quinta-feira, 31 de janeiro de 2013

Onde está o Hitch?

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The Lodger (1926)
 
Easy Virtue (1927)
Blackmail (1929)
Murder! (1930)
The 39 Steps (1935)
Young and Innocent (1938)
Rebecca (1940)
Foreign Correspondent (1940)
Mr. and Mrs. Smith  (1941)
Suspicion (1941)
Saboteur (1942)
Shadow of a Doubt (1943)
Lifeboat (1944)
Spellbound (1945)
Notorius (1946)
The Paradine Case (1947)
Rope (1948)
Under Capricorn (1949)
Stage Fright (1950)
Strangers on a Train (1951)
I Confess (1953)
Dial M For Murder (1954)
Rear Window (1954)
To Catch a Thief (1955)
The Trouble With Harry (1955)
The Man Who Knew Too Much (1956)
The Wrong Man (1956)
Vertigo (1958)
North By Northwest (1959)
Psycho (1960)
The Birds (1963)
Marnie (1964)
Torn Curtain (1966)
Topaz (1969)
Frenzy (1972)
Family Plot (1976)




Nos célebres diálogos com François Truffaut, Alfred Hitchcock conta que foi em The Lodger (1926) que apareceu pela primeira vez num filme por si realizado. Truffaut pergunta-lhe, então, se se tratava de um gag, de uma superstição ou de uma mera questão de conveniência. Resposta: «Foi mera questão de conveniência, era preciso mobilar o ecrã. Mais tarde tornou-se uma superstição e, em seguida, um gag. Mas neste momento é um gag demasiado enfadonho e, para que as pessoas possam ver o filme tranquilamente, tenho o cuidado de me mostrar ostensivamente nos primeiros cincos minutos» (cf. Hitchcock. Diálogo com Truffaut, Lisboa, 1987, p. 41). 

Ao longo dos anos, Hitchcock apareceria, mais ou menos ostensivamente,  em dezenas de filmes da sua autoria. Poderemos encontrar uma listagem dessa private joke nas páginas finais de Alfred Hitchock, um belo livrinho editado pela Cinemateca em 1994. Mas também existem listagens na Net, por exemplo aqui. As indicações nem sempre coincidem e tive uma trabalheira imensa na pesquisa das imagens das cameo appearances de Hitchcock. Às tantas, vi que existia uma compilação feita pela Empire, aqui, e recorri a essa fonte para publicar as imagens das várias aparições fílmicas de Alfred Hitchcock. Enquanto aguardamos a estreia da biopic do Mestre, com Anthony Hopkins no papel principal.
 
 
António Araújo
   


 

Refounding fathers.

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Numa breve audiência realizada ontem na  White House, os doutores Domingos Duarte Lima e Sofia Galvão apresentaram ao Presidente Barack Obama o Programa de Refundação do Welfare State.


quarta-feira, 30 de janeiro de 2013

O ludita de Matosinhos.


As crianças austríacas.

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Entre 1947 e 1952, 5.500 crianças austríacas foram acolhidas por famílias portuguesas

 
 
Hannelore ainda guarda as botas com que chegou a Portugal
Hannelore Rodrigues Cruz. Vive hoje em Braga.
 


 
Uma reportagem extraordinária, aqui







 

«Não disparem sobre os cisnes brancos».












El último drama del ballet ruso comienza a las 23.00 del pasado jueves 17. Serguei Filin, de 42 años, director artístico del Teatro y del Ballet Bolshói de Moscú atravesaba el aparcamiento al aire libre frente al edificio donde tiene su vivienda, en el número 9 de la calle de Troishkoi de la capital rusa. Un encapuchado acompañado por otro hombre se le acercó por la espalda, lo llamó por su nombre y al volverse el ex bailarín, recibió en la cara medio litro de ácido sulfúrico. Los agresores huyeron. Filin, como primer e instintivo acto, se echó nieve, pero esa acción agravó las lesiones y aumentó el dolor. Junto a él estaba su mujer, María Prorvich y a sus gritos, acudió el guarda del aparcamiento. En las primeras noticias se hablaba de que tanto la esposa de Filin como el guardia podían haber visto a los atacantes, que fueron registrados en vídeo por el sistema de vigilancia, pero la escasa calidad no permite una identificación fiable. El efecto del ácido en la piel es, la mayoría de las veces, irreparable. Al parecer, Filin tiene el ojo derecho perdido. Se batalla por salvar algo del izquierdo. Ya ha sido operado tres veces, anteayer viernes, la última.

Como relata Silvia Sánchez Ureña en su blog Balletómanos (el medio virtual especializado en la actualidad del ballet ruso con la información más detallada y fiable del atentado), Serguei Filin fue llevado hasta el Hospital 36 de Moscú, donde recibió un diagnóstico de quemaduras de tercer y cuarto grado en el rostro, llegando a tener afectados ojos y corneas. Se habló de trasladar al paciente a Bruselas, a un reputado hospital militar especializado en quemados de guerra; luego, los médicos desecharon el viaje.

Enseguida, en el Teatro Bolshói de Moscú la maquinaria de relaciones externas se puso en marcha y se habló de que Ruslan Pronin le sustituiría temporalmente. Finalmente será Galina Stepanenko, ex primera bailarina de la casa y también primera esposa de Filin, que se mantenía en su entorno directivo y goza de su confianza. Filin, desde sus primeras declaraciones en el hospital, ha dicho que nada de dejar el cargo. Volverá “quizás no tan guapo”, pero seguirá al frente del complejo teatral más grande Rusia.

 

'No disparen a los cisnes blancos'

Gore Vidal, balletómano confeso en su juventud, escribió en 1954 (bajo el seudónimo de Edgar Box) la novelita negra Muerte en la quinta posición, donde recreó el mundo de intrigas, rivalidad y mezquindades que era por dentro el antiguo Metropolitan Opera House de Nueva York y una compañía de ballet compuesta por rusos emigrantes, franceses melancólicos y latinas ardientes; también había norteamericanos imitando a los europeos. El odio interno venía de lejos, de Rusia, lo traían los artistas en el magro equipaje y allí, en la novela, la sangre llega al lago. También de una manera edulcorada, los filmes de Michael Powell y Emeric Pressburger tocaban el tema de los directores tiranos y las luchas intestinas entre divas del tutú.

Las fantasías con eco literario de que un decorado caía de vez en cuando en la cabeza de la bailarina, bombones trufados de un potente laxante o los trajes que se descosían solos al bailar como por arte de magia, responden en el fondo a realidades, como también la hilarante situación de que llovieran al escenario un gato (vivo) o un ramo de flores anudado con una vistosa filacteria de corona fúnebre con la leyenda: “Por tu eterno descanso”.

El crítico e historiador del ballet ruso Vadim Gayevski no se anda por las ramas: “Lo que ha sucedido a Serguei Filin ha sorprendido a todos, pero en realidad no tanto. Incluso en la época soviética las bailarinas del Bolshói se encontraban vidrio molido dentro de sus zapatillas de punta, y es cierto que la primera bailarina Galina Ulanova recibió muchas cartas de amenaza”.

Maya Plisetskaia, que estuvo casi 50 años a la cabeza del elenco del Bolshói, cuenta en su autobiografía muchas de estas intrigas palaciegas y cómo se lesionaba la vida de los artistas dentro y fuera de los muros del teatro, con artes que iban desde el espionaje doméstico a sospechosas gotas de aceite en el suelo. En la Rusia de hoy (y no sólo allá) se reproducen los comportamientos fraticidas y es por eso que se vuelve tan aterrador el titular del artículo aparecido anteayer en Moskovskie Novosti, escrito por la periodista Anna Gordeeva dando cuenta de la huída el pasado mes de octubre de la primera bailarina del Bolshói Svetlana Lúnkina con sus hijos hasta Montreal para alejarse lo más posible de las amenazas recibidas: “No disparen a los cisnes blancos”.

Historia dum Louco, de Luiz Cebola.

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Causas que motivaram o desvario mental
Surgiram no exercício da minha profissão, em consequencia do pessoal de escriptorio que me estava subordinado em parte, mas que de outro lado recebia indicações do socio gerente da firma, trazer a escrita a cargo deles bastante confusa e desordenada apesar das minhas advertencias e instruções em contrario, sendo mesmo o referido socio o principal instrumento d’essa desordem, por fornecer muitas vezes incompletos, quasi incompreensíveis e caóticos os elementos e notas indispensáveis ao seguimento dessa escrita e por admitir para este género de serviço pessoal inferior incompetente e sem o tirocínio preciso para dele bem se desempenhar, o que deu motivo, por algumas vezes, a discussões azedas e troca de palavras asperas entre mim e o referido socio gerente.    
 
 
 

O Segredo do Barba Azul, de W. Fernandez Flôres.

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Inclinou-se para beijar a mão da jovem e viu cahir a flor que Marta levava ao peito. Apanhou-a, e, apenas se ergueu, viu a senhora Cáudell entrar no terraço.
- São horas de nos retirarmos, minha filha. Porque abandonaram a sala?
- Estava muito calor, e viemos respirar um pouco de ar puro.
 
 
 

Marcelino, Pão e Vinho, de José María Sánchez-Silva.

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Aquele homem seria, de futuro, mais um personagem a ocupar-lhe o pensamento a toda a hora; mas também era evidente que não podia falar dele a ninguém. Os frades castigá-lo-iam logo e ele entendia que pelo menos desta vez era bem feito.  

terça-feira, 29 de janeiro de 2013

Bolhão de Cultura.




Um raro momento cultural. À direita no écran, com atavios Moschino Buchinho, um bibelot mudo de cabelos longos: Domingos Duarte Lima, ilustre causídico da lusofonia. Nas teclas, a philosophe Maria Manuela Carrilho, em braudillardiano simulacro de Bárbara Guimarães (Capital da Cultura). Ao centro, o dr.  Luís Vasco Camões recitando o poeta conimbricense Tio S. Eliot. .
Música: Miguel Nyman.

As Doenças Venéreas - Conselhos aos Militares.

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Vejamos agora o que deves fazer para evitar duma maneira quási segura as doenças venéreas:
1)    considerar suspeita tôda a mulher com que tiveres relações sexuais visto que uma mulher prostituída está sempre infectada e muitas vêzes sem ela mesmo o saber.
2)    utilizar sempre, e se fôr possível logo em seguida ao acto sexual, o sabão antiséptico que o Pôsto Antivenéreo te forneceu e que deves trazer sempre contigo.
3)    ensaboa-te bem durante um minuto, e não só o membro mas todas as partes que estiveram em contacto com a mulher. Urina com fôrça enquanto estiveres ensaboado. Lava com água e repete a lavagem com mais sabão e durante uns cinco minutos. Lava novamente com água e limpa-te.
4)    não te esqueças que depois de três horas após as relações sexuais já o efeito do sabão não é tão seguro
5)    os preservativos (camisas) são bons, quando se não rompem, mas não evitam as doenças venéreas que se podem localizar noutro ponto sem ser o membro: sífilis, cancros moles e poroadenite. Não evitam pois que se deva fazer a desinfecção com o sabão.
6) quando chegares ao quartel vai ao Pôsto Antivenéreo para te lavares e para que te forneçam novo sabão.
 

As Criminosas do Chiado, de João Ameal e Luiz d'Oliveira Guimarães.

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- Isto tudo é muito extraordinario!
- Tu, Eduardo, acredita no que eu te digo. Estamos sendo enredados na teia de aranha de uma formidavel intriga.
- E de uma formidavel calunia.
- ?...
- Hoje mesmo tenciono ir a Bemfica procurar miss Cecile.
- A que horas vais?
- Às cinco. Queres vir comigo?

O Crime de um Médico, de Andrew Soutar.

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- Sou amigo de Mr. Wong -disse Phineas, metendo sorrateiramente uma nota de dez xelins na mão do homem, mão tão grande como uma pá vulgar. - E tenho um negócio de câmbio muito importante a tratar com ele.
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- O.K., -respondeu o enorme brutinho. - Porque não disse logo isso? Entre para eu fechar a porta. Os polícias desesperam-se se vêem luz, neste lugar.

 

O Porco Triunfante, de George Orwell.

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